PIEDRAS PRECIOSAS DEL MUNDO
Piedras preciosas
Para
poder distinguir entre piedras preciosas y piedras semi preciosas se utilizan
tres factores:
- La escala de dureza de las mismas (lo que garantiza su durabilidad), que, además, tradicionalmente coincide con las piedras o gemas preciosas por anteriores).
- La rareza, escasez o dificultad para encontrarlas Su belleza y perfección nos referimos a su color, brillo, transparencia y pureza. Una piedra preciosa pura, sin imperfecciones y con un color radiante, puede tener un valor incluso superior al de un diamante de similares características.
Las tres
únicas piedras o gemas consideradas preciosas –además del diamante- por los
factores anteriores son el rubí, la esmeralda y el zafiro azul.
RUBÍ
Su
de nominación proviene del latín ruber, que significa rojo. Su principal
característica es el intenso y brillante color rojo que su propio nombre
indica. Este color es debido a los metales que lo componen, el hierro y el
cromo. Pertenece a la familia del corindón –igual que el zafiro- y tiene una
dureza de 9 en la escala de Mohs. Es la piedra de mayor dureza después del
diamante.
Cuando se
extrae de la naturaleza, el rubí presenta un aspecto parco y tosco, pero, una
vez seleccionados los que se van a utilizar en joyería y después de ser
tallados, adoptan ese exclusivo tono radiante que les hace tan majestuosos. A
tener en cuenta que solamente entre el 1% y el 5% de los rubíes extraídos de la
naturaleza son seleccionados para su uso en joyería.
ESMERALDA
Su nombre
proviene del persa; su significado es “piedra verde”.
La
esmeralda ha sido siempre muy valorada, ya que, a pesar de que existían otras
piedras verdes, la única cristalina era la esmeralda. Únicamente el treinta por
ciento de las esmeraldas extraídas en las minas son talladas para su
comercialización en joyería, y de éstas sólo en el dos por ciento de ellas no
se aprecian inclusiones a simple vista. De ahí, su rareza y alto valor de
cotización en el mercado.
ZAFIRO AZUL
Como el
rubí, pertenece a la familia del Corindón. Su característica distintiva es su
intenso color azul; aunque existen zafiros de otras tonalidades, el más
valorado y apreciado es el zafiro azul. A cualquier Corindón de color distinto
al rojo se le denomina zafiro; de ahí que se adjetive y se le denomine zafiro
azul.
Como el
rubí, el zafiro azul tiene una dureza de 9 en la escala de Mohs. Su rareza
aumenta a diario, ya que muchos de los yacimientos de zafiros se encuentran
agotados, en la actualidad, y los que se descubren no pueden cubrir la demanda.
Dedicaremos
un artículo exclusivamente a esta piedra preciosa.
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